Mientras estás parado bajo la ducha, tus pensamientos vagan. Y de repente - ¡eureka! Se te ocurre una idea brillante o llega la solución largamente esperada a un problema. Científicos de la Universidad de Virginia realizaron un estudio y ahora confirman que los pensamientos brillantes están asociados con tomar una ducha o un baño.
Un grupo de científicos estadounidenses de la Universidad de Virginia y la Universidad de Minnesota publicaron los resultados de un estudio sobre el "efecto ducha" en la revista científica Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts.
Los investigadores trataron de responder a la pregunta de por qué las soluciones a los problemas vienen a la mente precisamente cuando una persona camina, se ducha o cava en el jardín. Spoiler: estas actividades requieren un menor nivel de participación.
Vagando en la dirección equivocada
En 2012, la revista Psychological Science publicó un estudio "Inspirado por la distracción" de Benjamin Baird de la Universidad de Wisconsin, escribe Medical Xpress. Parecía confirmar todo lo que habíamos sospechado durante mucho tiempo: cuando una persona hace algo que no requiere mucho esfuerzo, sus pensamientos vuelan libremente , y el pensamiento creativo comienza con ellos.
“Luego, este estudio literalmente hizo estallar a la comunidad científica y los medios de comunicación, diciendo que la distracción ayuda a inventar y crear”, dice Zach Irving, profesor asociado de filosofía en la Universidad de Virginia.
En el estudio de Baird, los científicos pidieron a los voluntarios que idearan usos alternativos para los ladrillos. Luego se pidió a los sujetos que completaran tareas de varios niveles de complejidad. El estudio encontró que cuanto más fácil era la tarea, más altos eran los puntajes de los participantes en la prueba de creatividad.
Es cierto que los estudios posteriores no han podido replicar los resultados de Baird. Irving sugiere que el error de estos científicos fue que midieron la distracción de los participantes, y no el nivel de pensamientos errantes.
El profesor cree que las tareas que se ofrecieron a los sujetos estaban demasiado alejadas del mundo real. Por ejemplo, era necesario no presionar el número tres al ver una secuencia de números del uno al nueve. Esta es una tarea simple, pero no ocurre en la vida real, a diferencia de la ducha.
Lluvia de ideas de una nueva manera
En su propio estudio, Irving y la profesora de psicología de la Universidad de Minnesota, Caitlin Mills, pidieron a los voluntarios que idearan formas alternativas de usar un ladrillo o un sujetapapeles. Luego, los participantes se dividieron en dos grupos, pero primero ambos vieron videos cortos como un "período de incubación" antes de pensar en las opciones para usar ladrillos y sujetapapeles.
Después de eso, el primer grupo vio un video "aburrido" en el que los hombres doblaban la ropa, y el segundo vio uno "interesante". Era una escena de Cuando Harry conoció a Sally, en la que Meg Ryan, sentada en un restaurante lleno de gente, demuestra cómo fingir un orgasmo de manera convincente. Según Mills, los videos son más adecuados para la investigación porque lo que sucede en ellos corresponde a eventos de la vida cotidiana.
“Lo que realmente queríamos saber no era qué video te haría más creativo”, explica Irving. “La pregunta era cómo se relaciona el vuelo libre del pensamiento con la creatividad al hacer cosas aburridas o más interesantes”.
Después de ver los videos, los sujetos comenzaron a pensar en formas alternativas de usar el ladrillo o el clip. El estudio encontró que surgieron más ideas de aquellos que vieron un video "interesante". En los siguientes estudios, los científicos explorarán el potencial del video VR para mejorar la creatividad.
FUENTE: APA PsycNet
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