La Comisión Europea notificó el miércoles a los fabricantes de automóviles que aplicará aranceles adicionales de hasta el 38.1% sobre los vehículos eléctricos (EV) importados de China a partir del próximo mes. Esta medida podría provocar represalias por parte de China.
Menos de un mes después de que Washington cuadruplicara los aranceles para los EV chinos hasta un 100%, Bruselas anunció que establecería tarifas del 17.4% para BYD, del 20% para Geely y del 38.1% para SAIC, alegando que estos fabricantes se benefician de subsidios excesivos.
El Ministerio de Comercio de China afirmó que monitoreará de cerca la situación y tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar los derechos legítimos de las empresas chinas. Los aranceles provisionales de la UE se aplicarán a partir del 4 de julio, mientras que la investigación antisubsidios continuará hasta el 2 de noviembre. Después de esa fecha, podrían aplicarse aranceles definitivos, normalmente por un periodo de cinco años.
La Comisión Europea indicó que aplicará tasas del 21% para las empresas que colaboraron con la investigación y del 38.1% para aquellas que no lo hicieron. Estos nuevos aranceles se sumarán al arancel existente del 10% en la UE. Productores occidentales como Tesla y BMW, que exportan autos desde China a Europa, se consideraron empresas cooperadoras en la investigación.
Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión, declaró en una conferencia de prensa que los autos fabricados en China se benefician de niveles injustos de subsidios, lo que representa una amenaza para los productores de la UE. "Sobre esta base, la Comisión ha contactado a las autoridades chinas para discutir estos hallazgos y explorar posibles vías para resolver los problemas identificados", afirmó Schinas.
Los aranceles indicativos superan las expectativas de los analistas, que preveían tarifas de entre el 10% y el 25% sobre los EV chinos. BYD, Geely, SAIC y Tesla no respondieron de inmediato a las consultas de Reuters sobre el informe.
Esta medida surge en un contexto en el que los fabricantes de automóviles europeos se enfrentan a un desafío debido a la afluencia de vehículos eléctricos de bajo costo provenientes de rivales chinos. China ha criticado a la UE por la investigación antisubsidios, ha instado a la cooperación y ha presionado a países individuales de la UE, aunque no ha especificado completamente cuál sería su respuesta a los aranceles.
La imposición de estos aranceles refleja una creciente tensión comercial entre China y la UE, que busca proteger su industria automotriz frente a la competencia de los fabricantes chinos, cuyos vehículos han ganado popularidad por su bajo costo y rápida adopción de tecnologías avanzadas. Los próximos meses serán cruciales para observar cómo evolucionan las relaciones comerciales entre estas dos potencias y qué impacto tendrán estos aranceles en el mercado global de vehículos eléctricos.
En resumen, la decisión de la Comisión Europea de imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos subraya los desafíos y las tensiones en el comercio internacional actual, y destaca la necesidad de un equilibrio entre la protección de las industrias locales y la competencia global justa.